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El Niño es el Padre del Hombre.

Miércoles 19 de septiembre de 2012 por José María Toro
          EL NIÑO ES EL PADRE DEL HOMBRE.

Los niños y niñas están ahí para enseñarnos quiénes somos.
Ésa es su importancia pedagógica
y a nosotros, adultos, nos corresponde saber captar sus mensajes,
descifrar sus “claves”,  recordar sus lecciones
y, para escucharlas más de cerca,  decidirnos, de una vez por todas,
a mirarlos y escucharlos.
Mirar a los niños es entregarnos a la contemplación del Misterio,
ofrecernos como ojos que indagan y escrutan,
que escuchan y acarician  y que preguntan y responden.
Un niño que no es mirado ni reconocido  será un adulto perdido y sin rumbo.
Amar es mirar.
Cada mirada cargada de ternura es bautismo
que unge al mirado con los santos óleos de nuestra humanidad.
Un niño que no es acariciado
será un adulto que estará en una continua búsqueda
de lo que desconoce que ya posee dentro de sí.
Un niño que no es escuchado   no reconocerá su propia voz
ni tomará conciencia del poder de la palabra definitiva que es él mismo.
Los niños sin abrazos
serán adultos cuyas manos no pararán de moverse y agitarse,
haciendo compulsivamente, pero sin latido
y actuando con prisas, pero sin conciencia.
O, por el contrario, quedarán petrificados, inermes
y sin posibilidad de ubicarse convenientemente
en el espacio social que les corresponde.
Si un niño es mirado
derramará luego sus ojos sobre el mundo como una bendición;
si es escuchado responderá con palabras que sonarán a música
y si es acariciado cuidará de la piel frágil de la vida
con la misma delicadeza y ternura con la que fue rodeado su cuerpo.
El niño es el inicio, la puerta, el primer paso,
el esbozo y la promesa del Hombre que duerme en su interior.



El niño engendra al adulto que será y le alimenta con cada experiencia que vive.
Todo hombre tiene por padre y madre al niño que fue.
Por eso, cuidar a un niño, a una niña, es cuidar a toda la especie humana.

                        Texto original de JOSÉ MARÍA TORO. 

Música: “12 o´clock” (Vangelis)

Entrevista a Luís López González. La Vanguardia.15-9-2012

Martes 18 de septiembre de 2012 por José María Toro
Quiero compartir con vosotros/as esta entrevista hecha a un amigo al que conocí no hace mucho, en una de mis visitas a Barcelona, y con el que sentí una afinidad inmediata.
Compartir la entrevista es sólo un pretexto para compartir su persona. Los dos compartimos en nuestra infancia un mismo espacio vital ya que Luís vivió unos años en Lora del Río, mi pueblo; en nuestra juventud realizamos formaciones afines y hemos ido madurando en la distancia pero al cobijo de un mismo sol. Sobre todo, compartimos una pasión por el cultivo de ese espacio interior donde nos aguarda lo mejor de nuestra Humanidad.

 Entrevista aparecida en la sección "La Contra". La Vanguardia. 15.9.2012
 
Cuál es la gran carencia de nuestra escuela?
Que quiere ser efectiva..., ¡y debería ser afectiva!
¿Afectiva? La neurociencia más avanzada establece que, más que animales racionales, ¡somos animales emocionales!

"Siento, luego existo", dice Damásio.
Sí. Corregido el "Pienso, luego existo" de Descartes, sabiendo ya que pensamos con el cuerpo y la emoción, ¿por qué la escuela sigue eludiendo esta evidencia científica?

¿Hasta qué punto la elude?
¿Está ayudando al alumno a autoconocerse, a entender su interior, a gestionar sus emociones, a formarse una cosmovisión y un proyecto de vida propio? No, no, no y no.

Enseña a leer, dividir y la capital de Francia: ¿acaso eso no está bien?
La mente sabe, pero el cuerpo conoce: ¡enseñemos al alumno a leer los mensajes de su ser íntimo, a interpretar sus emociones, a escuchar su cuerpo!

¿Puede enseñarse eso?
¡Sí! Se aprende y se adiestra: ¡eso es educar! ¿O el objetivo de la educación es capacitar para ser muy eficaz en lo económico? Mire, el objetivo de la educación debería ser uno y principal: la felicidad del ser humano.

¿Y qué entiende por felicidad?
La autorrealización, ¡no la contabilidad!

¿Algún ejemplo?
Una alumna mía gozaba con la fotografía y soñaba con dedicarse a eso. Yo la animaba, pero su padre la convenció para que estudiara Derecho y ganara dinero. Qué lástima...

¿Acaso renuncia usted a ganar dinero?
Ya he aprendido que acumular dinero me gratifica menos que hacer lo que me llena y que compartir, cooperar, ayudar...

¿Manda lo económico en la escuela?
Aún rinde culto a Santa Competencia y Santa Excelencia: aún educamos para el codazo y la exclusión. ¡Eduquemos para la bondad, la belleza y la verdad! Para la humanidad.

Suena muy bien, sí.
En vez de personas competitivas y excelentes, saldrían personas excelsas: amantes de lo verdadero, bello y bueno.

¿Cómo se educa así?
Educamos a los jóvenes para ser brillantes en la logosfera, la tecnosfera, la iconosfera... ¡Y los hacemos analfabetos en la sensosfera!

¿Qué es la sensosfera?
El universo de las sensaciones, los sentimientos, las emociones, la empatía... Los pilotos contra las Torres Gemelas eran brillantes en todo... y analfabetos en sensosfera.

¿Y cómo alfabetizar en sensosfera?
Por ejemplo, con nueve herramientas que he aislado tras cotejar técnicas de todas las tradiciones culturales y espirituales.

Enúncielas, por favor.
Atención. Respiración. Visualización. Habla. Conciencia postural. Sentidos. Energía corporal. Capacidad de soltar. Y enfoque emocional (focusing).

Ilústrelas con algún ejemplo práctico.
Primero educo al alumno en la llamada pausa revolucionaria.

¿En qué consiste?
En guardar silencio y cerrar los ojos... un rato. Luego pregunto: "¿Cómo te sientes hoy, ahora? Presta atención a tu cuerpo, haz un barrido y detecta las sensaciones menos agradables, conflictos, dolencias... y obsérvalas. Y, sin juzgarlas, ¡anótalas, dibújalas!".

¿Para qué?
Así aprende a desidentificarse de sus sensaciones, emociones y pensamientos. Así comprende que están... ¡pero no son él!

¿Es esto educativo?
¡Muchísimo! ¿Acaso te pegarás con otro por una simple emoción que no eres tú en el fondo? El joven descubre una distancia entre lo que siente y el ser, la vivencia del ser profundo, la llamada ipseidad.

Describa la ipseidad.
Paz. El fondo del ser... ¡es pacífico! Está en la mirada al interior, en inglés, mindsight.

¿Hay paz en el interior de cada uno?
Sí. Y estas técnicas ayudan al alumno a descubrirla dentro de sí.

¿Con qué beneficios?

Mayor capacidad para concentrarse, pacificación del clima del aula, mejor rendimiento académico, bienestar emocional y autoconocimiento.

Expóngame algún otro ejercicio práctico educativo en la sensosfera.
Uno para niños pequeños: "Dibuja tu nombre propio". ¡Así empieza a autoconocerse! Otro: cantamos juntos las vocales y consonantes, y les dices: "Fijaos cada uno en qué sonidos os hacen sentir mejor... y componed vuestro mantra para hoy"...

Otro más.
El profesor les hace cerrar los ojos, visualizar un volcán y recorrer sus partes: ¡así aprenden más rápido y mejor!

¿Qué es el focusing o enfoque emocional, la última herramienta que ha citado?
Focalízate en lo que sientes en tu pecho y pregúntale qué está pidiéndote: ¡escucha, te ayudará a actuar!

¿Me fío de lo que me pida el cuerpo?
Quedarse sólo en el intelecto es cojo. La razón se siente. ¡Einstein sintió que "E=mc2" antes de llegar a formularlo así! Joven: estarás en paz si alineas lo que sientes, piensas y haces.

¿Algún consejo final para estudiantes?
¡Sonríe! Decenas de músculos se relajan así. ¡Y sonríete a ti mismo! Si has estudiado, sonríe: el examen te irá bien. Si has estudiado poco, sonríe: sabes que el examen te irá menos bien. ¡Esto es inteligencia emocional!


Luis ha ido dando "cuerpo" a su propuesta educativa encarnándola en el programa TREVA.

http://www.programatreva.com/



"No hay....". Videotexto

Domingo 16 de septiembre de 2012 por José María Toro


"NO HAY". Texto original de José María Toro.
Del libro "La Sabiduría de Vivir" (Editorial Desclée);
http://www.edesclee.com/products.php/ISBN9788433022745
Música: My name is Lincoln (BSO The Island). Heart of courage (BSO Pearl Harbour)



      
                                               TEXTO DEL VIDEO:


                                  No  hay .......



Para saber hacia dónde nos conduce nuestro destino no hay mapas.

Para aprender el oficio del vivir no hay academias.

Para recompensar el trabajo realizado con amor y generosidad no hay medalleros.

Para los que no tienen prisa no hay ningún podium.

Para ver las segundas intenciones no hay gafas ni microscopios.

Para sentir el grito de las injusticias antes de que se cometan no hay auriculares ni megáfonos.

Para avanzar hacia nuestra verdad más profunda no hay atajos ni autopistas.

Para la elección de la opción más justa y conveniente no hay urnas, ni sondeos ni votaciones.

Para medir la presión de la opresión no hay barómetros.

Para pesar el dolor del sufrimiento injusto no hay báscula,  ni medida ni romana.

Para amar no hay límite, a sabiendas que en el amor siempre alcanza el extremo, sin llegar a los excesos.

Para medir la calidez de un gesto amoroso no hay termómetros.

Para perdonar sólo precisamos comprender que no hay nada que perdonar porque todo está pendiente de ser comprendido, acogido y amado.

Para alcanzar la felicidad no hay que buscarla, sino reconocer que ya está en nosotros.

Para llegar no hay que correr sino no perdernos en el camino.

Para saborear cada segundo no hay relojes ni cronómetros.

Para ser no hay que hacer nada.


Información SOBRE EL AUTOR:
http://www.edesclee.com/index.php/manufacturers,567

Enlace a Canal Youtube:

http://www.youtube.com/jomato1961

La incorporación dermoética.

Viernes 14 de septiembre de 2012 por José María Toro


Es éste un anuncio publicitario que sirve de presentación pública de una nueva “empresa” que propongo y presento como una oferta alternativa a uno de los emporios económicos de mayor crecimiento en los últimos años: la corporación dermoestética.

La incorporación dermoética es una “empresa”, no en el sentido de negocio sino en el de ocupación, tarea, labor o cometido. 
No tiene sede, ni logotipo, ni administradores ni libro de cuentas. 
No se publicita ni financia sus servicios, simplemente porque está al alcance de todos y porque nunca la imposibilidad económica es un criterio de exclusión para poder hacer uso de sus servicios.

No es una “compañía”, pero promueve la convivencia; no es una “sociedad” pero hasta el más mínimo de sus movimientos tiene un carácter y proyección social.

No es una “firma”, porque su quehacer es básicamente humilde y anónimo.

No realizamos ningún lifting o estiramiento de arrugas sino que invitamos a nacer de nuevo y a vivir con dignidad y agradecimiento la edad que se tiene.
 
No cuidamos de la apariencia sino de la presencia de la persona, como modo de presentar su esencia, sus mejores energías, sus sentires más humanos y sus aspiraciones más elevadas.

Lo que instalamos son procesosde reconstrucción de nuevos “cielos” y no aires acondicionados que simplemente permitan seguir respirando y viviendo, pero en el mismo infierno.

Fomentamos un mirar y escuchar el cuerpo por dentro y no un cuerpo que sea sólo mirado y admirado por fuera.

No hacemos ninguna prótesis..... tan sólo ayudamos a quitar lo que sobra y lo que  impide desarrollar y expresar lo mejor que somos.

No sometemos el cuerpo a la más mínima agresión. Lo cuidamos con la reverencia y respeto que exige su carácter de expresión del Espíritu.

No lo recubrimos de botox o silicona sino de luz y energía. No lo marcamos con ningún tatuaje sino que lo ungimos con el sello de nuestra "divina humanidad".

El cuerpo no es un escaparate sino un templo sagrado. Es el “topos” de la expresión y manifestación de la verdadera naturaleza humana y espacio para la epifanía de la Belleza.
Es un espacio para que se reflejen en él las cualidades del “adentro” y no una pantalla de destellos de última moda. 

Nuestros tratamientos no quieren sino hacer de la piel el envoltorio sano de un tesoro santo y favorecer que sus poros no rezumen sino paz, amor y alegría.
                               JOSÉ MARÍA TORO
(extraído del libro LA SABIDURÍA DE VIVIR. Editorial Desclée, págs. 113-114)






Intervención en la APERTURA del III Encuentro A.P.F. TONUCCI.Granada.1.6.2012

Jueves 13 de septiembre de 2012 por José María Toro
 Intervención de José María Toro en la mesa de apertura del III Encuentro Nacional de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci (APFRATO) celebrado en Granada los días 1,2 y 3 de Junio de 2012.Maestro. Escritor.Formador y conferenciante. Autor, entre otros, de "Educar con Co-razón" (12ª ed.), "La Sabiduría de Vivir" (2ª ed.) y "Descanser. Descansar para Ser" (2ª ed.) publicados por la Editorial Desclée de Brouwer.




                                    Índice de las ideas básicas de la intervención:
 
Lanzar semillas. El maestro como sembrador. Es la Vida quien cosecha.
La escuela que un niño quiere:
-         Una escuela en la que se le escuche.
-         El saludo como primer momento pedagógico
-         Recuperar los sueños es renovar la vocación y el entusiasmo
-         Una escuela que se siente como “hogar”
-         Con maestros de “vocación”. La vocación como lugar de llegada.
-         Reconocimiento social del maestro

Semillas que harán florecer otra escuela:
-         Los espacios
-         Referencia a anécdota con profesores de secundaria. Profesores de “tránsito”.
-         Una revolución temporal. Vivencia de las estaciones.
-         Replanteamiento metodológico. El triple amor de un maestro.
-         Menos burocracia.
-         Implicación de toda la Comunidad Educativa.

¿Cuál es la escuela que queremos?
Querer como deseo o como anhelo
Una escuela en la que nos queremos
Enseñar a cerrar los ojos…. Y a mantenerlos bien abiertos
Una escuela que encienda los ojos y dibuje sonrisas.
Que nos domestica, que crea vínculos.
Una escuela creativa, para el autoconocimiento y que empodere a los alumnos.
Frase de Neruda: “podarán todas las flores….”
Reformulación frase de Ortega: “yo soy yo y lo que hago con las circunstancias”
Video: “El niño es el padre del hombre”

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Intervención en la CLAUSURA del III Encuentro A.P.F.Tonucci.3.6.2012

Jueves 13 de septiembre de 2012 por José María Toro
Intervención de José María Toro en la mesa de CLAUSURA del III Encuentro Nacional de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci (APFRATO) celebrado en Granada los días 1,2 y 3 de Junio de 2012.

Con la participación de Amparo Tomé, Tonucci, Joan Vaello, Carme Boqué, José Luís García, José Luís Bimbela, José Antonio Binaburo, Javier Campos, Carlos Sampedro, Jaume Carbonell, José Antonio Marina, Mar García y Maria del Mar Romera.


Pueden verse los videos completos del Encuentro en:
http://apfrato.blogspot.com.es/search/label/III%20ENCUENTRO%20NACIONAL

IDEAS BÁSICAS DEL VIDEO:
Un cambio en la mirada. Vemos el mundo “como somos”.
No hay niños “especiales” ni “diferentes” sino “diversos”.
Un científico qué ve cuando mira a su hijo: ¿secuencias de ADN o un misterio que es inabarcable?
Importancia de la “actitud del científico”: la paciencia.
Relación familia-escuela.
Los niños ven al maestro a través de los ojos de sus padres.
Los alumnos ven a sus compañeros a través de los ojos de sus maestros.
Reconstruir otro modo de presencia de los educadores.
….
La pieza clave en el cambio del sistema educativo es el maestro.
Qué tipo de maestro formar

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Elogio de la lentitud. Para y no corras tanto.

Viernes 7 de septiembre de 2012 por José María Toro
  1ª parte del video.
Video con frases del texto "Elogio de la lentitud" (del libro LA SABIDURÍA DE VIVIR. Ed. Desclée)
Puedes acceder al texto completo en la entrada publicada, con ese mismo título, el día 4 de abril de 2012.

2ª parte del video.
Animación con arena sobre cristal por César Díaz Meléndez. Grabado fotograma a fotograma durante 3 meses, sólo una cámara de fotos, una mesa de luz y arena de colores.
                             Elogio de la lentitud: "para... y no corras tanto".
Música: Priére (René Aubry), Time (Hans Zimmer) y Para y no corras tanto (El combolinga)

Texto de la canción. Para, no corras tanto, si es a ti mismo a quien estás buscando
Apuntes de un viejo sueño,
una mano tendida a cientos,
saber que todo fluye,
eso es conocimiento.
Te crees que estas de paso
y que de nada queda huella
no te olvides que eres
un mensaje en una botella
Para, no corras tanto, si es a ti mismo al que estás buscando.
Para, no corras tanto si, es a ti mismo al que estás buscando.
¿De donde sale tu arte?. Que sabio es el que comparte.
Paisajes para olvidar,
remiendos en los bolsillos.
Momentos para encontrar
miradas y un estribillo
Llegaste a mi sin hablar
y caminamos por la orilla
besos que salan el mar
mientras la arena te hace cosquillas
Para, no corras tanto, si es a ti mismo al que estás buscando
Para, no corras tanto, si es a ti mismo al que estás buscando
¿De donde sale tu arte?…
Es cuestión de ser y no solo estar.
Ver y comprender mejor que juzgar
¿De donde sale tu arte?. Que sabio es el que comparte.
Para, no corras tanto, si es a ti mismo al que estás buscando
Para, no corras tanto, si es a ti mismo al que estás buscando





Trabajar con corazón. A propósito del inicio de curso.

Lunes 3 de septiembre de 2012 por José María Toro

Audio que recoge parte de uno de los ejercicios-experiencias realizados en la sesión formativa con el FOAPAZ de Córdoba (febrero 2010).


Esta parte del ejercicio es una exaltación a la nobleza y responsabilidad de la labor docente, ejercida desde el amor y la entrega.





TEXTO DEL EJERCICIO.



Cuando trabajamos nos convertimos en una flauta a través de cuyo corazón se transforma en música el murmullo de las horas.
Siempre se nos ha dicho que el trabajo es una maldición y la labor una  desgracia; pero cuando trabajamos cumplimos con una parte del sueño más remoto de la tierra, el cual nos fue asignado cuando ese sueño nació.
Y al amar nuestro trabajo, estamos en realidad amando la vida. Y el amor a la vida por medio del trabajo, es intimar con su secreto más hondo.
La vida es, efectivamente, penumbra, excepto cuando en ella hallamos estímulo. Y todo estímulo es ciego si no existe conocimiento, Y todo conocimiento es inútil, si no va acompañado por el trabajo, Y todo trabajo es cosa vacía salvo cuando existe amor.
Cuando trabajamos con amor nos juntamos uno al otro y sintonizamos con el Corazón de la Vida.
¿Y qué es trabajar con amor? Es tejer la tela con hilos sacados de nuestro corazón, es como si nuestro ser más amado tuviera que vestirse con esa tela.
Es construir una casa con cariño, como si nuestro ser más amado hubiese de morar en ella. Es como poner la semilla en el surco con ternura y recolectar la cosecha con alegría, como si nuestro ser más amado hubiera de comer su fruto.
Es impregnar todas las cosas que efectuamos con el aliento de nuestro propio espíritu. Y saber que todos los muertos benditos se alzan frente a nosotros en el momento en el que desarrollamos cada tarea y nos miran.
El trabajo es un amor que se hace tangible. Y si no podemos trabajar con amor sino tan sólo con desagrado, tal vez fuese preferible que dejásemos de trabajar y tomásemos asiento a la entrada del templo para pedir limosna a los que trabajan con alegría.
Porque si cocinamos el pan con indiferencia estamos cociendo un pan amargo que alimenta sólo a medias el hambre del hombre. Y si pisamos las uvas con disgusto, ese disgusto será como un veneno destilado en el vino. Y si cantamos como ángeles, pero no amamos el canto, tapamos los oídos de hombres y mujeres, de niños y ancianos para que no puedan escuchar las voces del día y las de la noche.
                                                                          JOSÉ MARÍA TORO.
        Adaptación de un texto de K. Gibrán






El Silencio

Sábado 25 de agosto de 2012 por José María Toro
                                                           


























(Simplemente entorna tus ojos con suavidad y estáte atento/a a tu respiración, saboreándola.
Cuando te hagas consciente de una distracción, vuelve de nuevo tu atención a la respiración.)

Escucha lo que lees.

Jueves 23 de agosto de 2012 por José María Toro


Leer es mucho más que mirar y descifrar unas grafías; es ante todo escuchar el mensaje que se esconde detrás de cada palabra y que se desliza sutilmente por cada línea.
 Leer no es tanto ver y entender unas letras y palabras cuanto escuchar el latidoque a través de ellas resuena en el propio corazón.

Leer es escuchar paciente y atentamente lo que el texto me cuenta.
Por ser precisamente un acto conversacional lo esencial en él es la escucha. Carece de sentido, por tanto,  esa ansiedad por leer más rápido y así poder leer más.

La lectura consciente y atenta se realiza más con el oído que con los ojos: los ojos del corazón sienten más que ven y en ellos se proyecta el eco silencioso e invisible de lo que se lee. 

 Cuando uno lee desde el adentro profundo y deja que aquello que lee resuene en lo más hondo de sí, permitiendo que todo el cuerpo se llene, que cada célula se impregne de las palabras, entonces el espíritu interior se expande, se ensancha permitiendo así que la corriente de la Vida le atraviese.

Lo escrito es siempre una invitación a escuchar y escucharnos.

Acudimos a los libros como quien va a mirar a un espejo que nos devuelve siempre una imagen cada vez más certera, más completa de lo que es el mundo, de quiénes somos, de cómo somos y podemos llegar a ser. 

Tal vez hayas tenido alguna vez la experiencia en la que cuando leías no vivías la separación entre lo escrito y tú sino que se daba una fluidez de tal naturaleza que parecía como si el autor de esas palabras no hacía sino expresar lo que tú le hacías decir con tu lectura y con tu escucha. 
Es como si lo que allí aparecía no era sino lo que tú, en el fondo, sentías y sabías.

Cuando de verdad escuchas lo que lees estás inmerso en un auténtico acto de comunión en el que las palabras escritas por otro no hacen sino sacar a la  luz de tu recuerdo consciente lo que muy dentro de ti siempre has sabido.
                                                   José María Toro
                                           Del libro "La Vida Maestra"
Información sobre el autor:



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